Algunas empresas españolas ya empiezan a ser conscientes de la importancia de tener un “plan de medios sociales” incluido dentro del plan de marketing de la empresa. Muchas organizaciones han creado ya sus páginas en Facebook, tienen presencia en la blogosfera con blogs propios, o se han atrevido a lanzar campañas a través de Twitter. En estos medios se comunican de una manera diferente a como lo hacían hasta ahora, deben escuchar y participar en las conversaciones, algo que se le había olvidado a algunas organizaciones.
Por este motivo no basta con lanzarse a los medios, como hicieron algunas empresas hace años al crear webs corporativas “para estar en internet”, sin prestarles después atención (sin actualización de contenidos o sin análisis de resultados de la web). En la nueva era denominada web 2.0 no basta con estar en los social media, hay que prestarles atención, escuchar mucho y estar atento para responder.
Internet se ha convertido en una gran conversación, a todos los niveles, podemos elegir participar o no, pero no podemos evitar que hablen de nosotros. ¿Ventaja o inconveniente?
Es una ventaja si tenemos un plan de medios sociales (social media) establecido con las siguientes fases:
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Herramientas de medición, analítica, control: si hay algo que caracteriza la “nueva web” a parte de las conversaciones es la velocidad, todo sucede en tiempo real, y hay que estar preparado antes de iniciar la conversación. Para medir el tráfico (entre otras cosas) podemos usar Google Analytics, y como tablero de gestión digital podemos usar Netvibes.
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Creación de cuentas / usuarios y marca: una vez tenemos claras las herramientas que utilizaremos, podemos empezar a crear cuentas / perfiles / usuarios. Esto incluye desde crear una cuenta en Twitter, un perfil en facebook o página de fans, a crear y configurar una cuenta en Tweettburner o Bitly para medir el seguimiento de los links que enviamos en Twitter. En esta fase es importante hacer un buen branding y que la marca comercial de la empresa sea fácilmente identificable para todo el mundo.
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Creación de contenido: una vez organizado el panel de control digital y las herramientas de analítica, y con perfiles de marca creados en los canales que hayamos seleccionado, podemos comenzar a crear contenido para compartir en los medios sociales.
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Distribución de contenido y promoción: según la periodicidad y los canales establecidos en nuestra estrategia, debemos asegurarnos de que hemos cruzado la promoción de nuestro contenido en todos los canales, o sea que nuestros seguidores en Twitter deberían conocer nuestros artículos publicados en blog/s, y nuestros seguidores en Facebook deberían conocer nuestra cuenta en Twitter.
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“Construcción” de comunidad y grupos: en realidad estamos construyendo comunidad durante toda la campaña, pero en esta fase buscamos «fidelizar» las visitas y construir una comunidad de gente a la que llegar. Podemos utilizar promociones, newsletters o eventos destacados por ejemplo. Podemos segmentar nuestra comunidad por canales, crear varios grupos dentro de un mismo canal, y lanzar diferentes tipos de mensajes, dependiendo de las estrategias de cada empresa.
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Medir, analizar y adaptar: como en cualquier otro tipo de plan es imprescindible medir los resultados, y si es necesario adaptar nuestros esfuerzos en medios sociales. Tal vez algún canal no nos dé los resultados esperados, o quizás sea el momento de utilizar alguna nueva herramienta, si lo detectamos podremos optimizar el esfuerzo y los resultados.
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Escuchar: en realidad no es una última fase, deberíamos escuchar lo que se dice de nosotros siempre. Pero es en este punto cuándo podremos reaccionar a esos comentarios en los medios sociales. Tanto para lo bueno como para lo malo debemos estar atentos a lo que se dice de nosotros en la red.
Estos son los pasos básicos que yo propondría en un plan de medios sociales, adaptado a la estrategia global de la empresa, y en general a quien quiera promocionar y controlar su «marca digital».
Marketing dos punto cero 